lunes, 11 de enero de 2010

Rosseana - Per Wahlöö


La novela negra nórdica se ha puesto de moda. Y en literatura las modas a veces nos traen ventajas y a veces desventajas. Un claro ejemplo de desventaja: tras el tremendo éxito de "El código da Vinci", escritores oportunistas y sin ningún tipo de gracia y saber hacer literario, se subieron al carro de los thriller pseudo-históricos, con un toque religioso y en unos años saturaron el mercado. Hubo novelas que estaban bastante bien, otras pasables y, finalmente, otras -muchas- que no había por donde cogerlas. Algo parecido sucedió con la chick-lit. No obstante, hay ocasiones en que esas modas favorecen a los lectores: el caso paradigmático es, para mí, el éxito actual de la novela negra. Aquí no ha ocurrido que los escritores se hayan puesto como locos a escribir novelas negras, no, lo que ha ocurrido es que el éxito de ventas de escritores como Larsson o Mankell ha propiciado que se hayan publicado en nuestro país libros que han tenido éxito en otros países de los que antes pocos libros venían: los países nórdicos. En la mayor parte de los casos, son escritores ya consagrados en sus países, pero desconocidos fuera de allí. Como la novela negra nórdica está vendiendo mucho en los últimos dos años en España, se ha decidido aprovechar el filón y publicar también a esos autores. Pero, repito, no son escritores que aprovechen la ocasión para escribir novelas "a gusto del consumidor". Son novelas avaladas por un gran número de lectores en sus respectivos países.Uno de estos escritores rescatados de los fríos países del norte de Europa es, o en realidad, son Maj Sjöwall y Per Wahlöö. Ni más ni menos, los suecos que, en su país, se tienen por los padres de la novela negra moderna


Maj Sjöwall y Per Wahlöö


Lo que tienen los nombrecitos suecos es que no sabemos si se trata de un hombre o una mujer. Os lo aclaro: Maj es la chica, Per el chico. No una chica y un chico cualquiera sino un matrimonio, que dio a luz, una serie de diez novelas policíacas, protagonizadas por el inspector de policía Martin BeckAmbos eran periodistas, Per especializado en asuntos criminales. Se conocieron en el trabajo, se enamoraron y se casaron.
Juntos escribieron diez novelas, todas protagonizadas por Martin Beck. Por separado, Per Wahlöö escribió también novelas de ciencia ficción y novelas policíacas, con otros protagonistas.Les separó la prematura muerte de él, antes de cumplir los 50 años.


Sus novelas se caracterizan por profundizar en la psique de los personajes y por detallar minuciosamente la investigación criminal.


Por lo que cuenta Mankell en el prólogo, Maj y Per pudieron inspirarse, para crear esta serie de novelas, en Edgar Allan Poe. No he leído demasiado de este escritor así que nada puedo decir al respecto.


Argumento


En el lago Vattern, en Suecia, se descubre el cuerpo desnudo de una mujer de treinta y tantos años. No lleva documentación, nadie ha denunciado la desaparición de una mujer de sus características... los policías de la zona que investigan el caso no saben ni por dónde empezar.Martin Beck, inspector de la policía, especializado en interrogatorios y casos difíciles, va a la zona junto a dos de sus ayudantes, Kollberg y a Melander. Pero poco pueden hacer: no hay absolutamente ninguna pista y los días pasan sin averigüar nada. Unos cuantos meses después, por fin, averigüan que la mujer se llamaba Roseanna y que fue de vacaciones a Suecia desde Nebraska. Estaba realizando un viaje en barco, cuando fue asesinada.
A partir de ahí, los policías empiezan una minuciosa labor de investigación, que requiere ayuda de otros cuerpos policiales y, sobre todo, muchísima paciencia, para tratar de averigüar quién pudo asesinarla.


El prólogo


No puedo sino destacar, en un apartado dedicado expresamente, al magnífico prólogo a la novela,''' obra de mi adorado Henning Mankell'''.
Henning Mankell es mi escritor de novela negra preferida (ahora mismo, estoy leyendo la última y en breve os hablaré de ella). Al menos, cuando sus novelas están protagonizadas por el inspector Kurt Wallander. Es raro que yo, que leo tanto y olvido casi tan rápido como leo, recuerde los nombres de los protagonistas de una novela: en el caso de Wallander, dudo que pueda olvidarlo algún día porque me ha dado muchas alegrías literarias.Pues bien, como digo, "Roseanna" vienen precedido de unas líneas escritas por Mankell, en concreto cinco, a modo de pressentación: de la novela y de sus autores.


En dicha introducción Mankell agradece a estos autores y, más en concreto, a esta novela, todo lo que le han dado. Nos cuenta que la leyó cuando tenía 17 años -hace más de cuarenta- y que la recuerda perfectamente, considerándola una novela "sencilla y clara, una historia convicente presentada con una estructura igual de convincente". Mankell cree que "cualquiera que haya escrito sobre crímenes como reflejo de una realidad social ha sido inspirado, de una manera u otra por ellos (Maj y Per), Rompieron con las tendencias preexistentes en la novela policíaca"Me ha parecido importante destacar estas palabras porque en ellas resume a la perfección, no sólo el estilo de "Roseanna", sino también de sus propias novelas e incluso las del archifamoso Stieg Larsson: novelas negras que reflejan una realidad social, historias calaras, estructura convincente...
En fin, que si leéis esta novela, no dejéis de leer atentamente el prólogo, que no tiene desperdicio.


Impresiones


"Roseanna" fue escrita en el año 1965, es decir, hace 44 años! No obstante, en lo esencial, se mantiene joven.


El paso del tiempo se evidencia básicamente en los métodos usados en la investigación. Resulta curioso ver cómo, durante un seguimiento, los policías se tienen que parar ocasionalmente para llamar desde una cabina de teléfonos a la central (que hubieran dado ellos por un móvil!) o lo difícil y minucioso que era antes el trabajo policial, mirando una a una, con lupa, fotografías. Ahora, muchas de las cosas en las que en la novela se tardaban días, se resuelven con un click. No hay que esperar a que llegue el correo de América y obtener así unas fotografías en las que sale Roseanna, sino que se envían y se reciben en un segundo por mail.Pero, fuera de esos detalles "técnicos", la novela ha resistido bien el paso del tiempo. Los personajes, la relación entre ellos, los motivos para el asesinato, el núcleo de la investigación, etc... son los que hoy día podemos ver en la mayoría de las novelas policíacas. Así, que no os asuste la edad de la novela, que ya os digo que no está desfasada.


Uno de los aspectos más relevantes de la novela es la caracterización de los personajes. Lo mismo que Larsson o Mankell o Camilla Läckberg, Maj y Per hacen un profundo análisis de los persoajes principales. En "Roseanna" empiezan pero" me da" que se ampliará en las nueve novelas posteriores. Supongo que, al final, acabaremos conociéndolos, principalmente a Martin Beck, tan bien como a mi querido Kurt Wallander. Lo bueno de Beck es que es un personaje real. A diferencia de las novelas policíacas americanas, Beck no es un superhombre, un superpolicía, sino un policía normal: listo y trabajador, eso sí, pero no deja de ser una persona normal. Que cae enfermo cada poco, que se queja si le duele, que está preocupado por su vida familiar, que siente empatía por la víctimas. Es un buen personaje. Un tipo muy trabajador que se pega al trasero del asesino y no ceja hasta verle entre rejas. Pero, para detenerlo, no realiza proezas: no salta desde un tejado ni corre una maratón, no, simplemente trabaja y sigue todos los cabos sueltos hasta que no queda ninguno sin atar. La novela tiene pinta de ser muy rigurosa. Se trata de presentar meticulosamente la escena y los personajes. En cuanto a los personajes, lo han conseguido. En cuanto a la escena, me entran las dudas. Por supuesto, el hecho de que la acción transcurra en Suecia, en poblaciones que jámás he oído nombrar y con esos nombrecitos tan raros, no ayuda. Pero, es que, además, no he podido conseguir escenficiar en mi cabeza, el sistema de canales, esclusas y demás con que empieza la novela. No lo "he visto" y por eso me costó un poco meterme en la acción.


La novela se lee bien. Está bien escrita, no denota para nada que haya sido escrita a cuatro manos y lo que se dice resulta interesante. No es una novela rápida, eso tenedlo en cuenta quienes querais novelas en las que continuamente pasan cosas. Es más bien lenta, al principio no pasa nada; luego, se mueve un poco cuando averigüan quién es la muerte, para volverse a estancar hasta que finalmente acelera y ya no se para hasta el final. Que no sea muy rápida, no significa que sea aburrida.


Una curiosidad


Me ha resultado curioso que allá en Suecia conozcan algo tan de aquí como es la División Azul española. En la página 141 de la novela, están hablando de uno de los pasajeros del barco en el que fue asesinada Roseanna, el comandante Jentsch y dicen de él que fue oficial de enlace en la División Azul, "¿conocen la División Azul? Las tropas españolas de élite que Franco mandó contra los bolcheviques. Y debo decir que aquí, a menudo, medimos a italianos, griegos, españoles y demás... Bueno, a ver si me entienden, los medimos a todos por el mismo rasero, pero tengo que decir que aquellos chavales, o sea, los de la División Azul, ellos sí que sabían...". En fin, no esperaba encontrarme con algo así en una novela negra sueca!


Conclusión final


La novela me ha gustado así que la recomiendo. Pero, como veis, le doy cuatro estrellas, así que no me ha entusiasmado. La he leído a gusto y me parece una buena novela: bien construida, con una bonita investigación y que no engaña al lector. Pero, tampoco os voy a engañar: no es la novela de mi vida. Me han gustado más otras novelas negras nórdicas, de Mankell sin ir más lejos. Sé que no soy del todo objetiva y es que a mí Mankell y su "hijo" Wallander, me encantan. Pero considero que todas las características positivas que se dan en esta novela, se dan -y en mayor medida- en las novelas de Wallander. Creo que es uno de esos casos en los que el alumno ha superado al maestro

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